domingo, 11 de marzo de 2007

LA AVENTURA DE LEER

Aprender a leer es básicamente una AVENTURA en la cual el niño o el joven ponen, cuando se les motiva adecuadamente, todas sus energías creadoras y de imaginación. Por eso hay que darles a aleer lo que a ellos les pueda gustar novelas juveniles y de aventura: Emilio Salgari, Walter Scott, Julio Verne, Jack London, Mark Twain u otros más modernos como Tolkien. he oído de los mismos jovenes que algunos padres prefieren que sus hijos no lean "sub literatura". ¡Caramba! Empezar por prohibir es la peor táctica amigos. Todo lo contrario, no hay que prohibir nada, confiemos en ellos. Que sean ellos mismos los que elijan demosles esa opción.
Hay que combatir además el “prejuicio” de que la lectura es aburrida. Nos consta que leer puede ser muy entretenido y sobre todo, un gran ejercicio intelectual.
Este prejuicio es reforzado con la exigencia y obligatoriedad de la lectura en la enseñanza secundaria principalmente.
¡Basta ya! De esos análisis de texto mecánicos y memorísticos. Los análisis deben ser creativos, y no esquemáticos.
Además la práctica ha demostrado que este ejercicio alienta el plagio, la repetición, la ausencia de creatividad.
¿Cuántos analizadores de textos tenemos en Huamanga? Es todo un negocio resumir y analizar novelas, cuentos y hasta poemas, ha pasado a ser una práctica común entre los recurseros de nuestra región.
Aun recuerdo a un profesor de literatura peruana que dictó un curso en el que llegó a afirmar que el título del poema “Piedra negra sobre piedra blanca” aludía a una tumba, que la piedra negra era el féretro o la cripta y que la piedra blanca simbolizaba la cruz.
O aquella otra interpretación sobre el poema “Trilce” que alude a la prisión. El profesor en mención alegaba que este poema respondía a la estancia fugaz de Vallejo en la cárcel. Si mal no recuerdo, el profesor se apoyaba en un estudio de Américo Ferrari.
El problema es que los análisis denotativos, puramente semánticos o semióticos no ayudan a despertar la imaginación.
Este tipo de análisis es árido y espanta al niño o joven. Que por si poco tiene, para optar, alternativas tan poderosas como los juegos de videos o la televisión por cable.
Ver la enseñanza de la lectura desde la óptica creadora permite dar al niño o joven la posibilidad de tener un contacto más íntimo, más personal con la lectura.
Si se alienta al niño a usar su imaginación, su creatividad, su razón por medio de la lectura desde muy pequeño. Entonces el mundo de las imágenes visuales será complementario, le ayudará a acrecentar su poder creador. Pero si es al revés vamos a tener a un sujeto de pobre imaginación, mecánico. Muy eficiente, tal vez, en alguna que otra actividad, pero incapaz de entender los procesos en toda su dimensión. Una especie de autómata.

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